EDITORIAL
Hay un consenso generalizado sobre la necesidad de sustituir con el modelo productivo tradicional lineal por el modelo que describe la economía circular. Se trata de maximizar el uso eficiente de los recursos, materiales y energéticos, para que permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo, reducir la generación de residuos y aprovechar al máximo aquéllos.
La economía circular tiene beneficios ambientales, porque persigue un mayor respecto por el entorno, pero también económicos y de competitividad. Si hablamos de creación de puestos de trabajo, la Comisión Europea estima que puede alcanzar los 400.000. Para permitir la transición a este modelo el Gobierno está actualmente trabajando en la estrategia que propicie una evolución ordenada hacia la economía circular y que estará alineada con el Plan de Acción de la Unión Europea. Y en este contexto, ha implicado a los principales agentes económicos y sociales de España invitándoles a que se comprometan a impulsar esta transición mediante el compromiso con un decálogo de acciones. Tanto la Asociación Española de Normalización, UNE, como AENOR se han adherido a este Pacto por la Economía Circular. Porque normas técnicas y las actividades de evaluación de la conformidad son potentes aliados que ya están ayudando a las organizaciones a hacer frente a este reto.
Las organizaciones españolas conocen bien los beneficios de usar normas técnicas y apostar por la certificación de sus sistemas de gestión. Según el último ISO Survey, el estudio de certificación internacional, España vuelve a situarse entre las primeras 10 posiciones en el ranking mundial por número de certificados de calidad, medio ambiente, gestión de la energía y seguridad de la información. Incluso en los nuevos campos de certificación, seguridad vial y seguridad en la cadena de suministro, España está en los primeros puestos.
El próximo mes de diciembre se espera que vean la luz tres nuevas normas que contribuirán al desarrollo de la agricultura ecológica en España. Se trata de UNE 142500, UNE 315500 y UNE 66500 sobre insumos empleados en producción vegetal ecológica y su certificación, que surgen por iniciativa del Ministerio de Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA).
En cuanto a novedades en evaluación de la conformidad, este número incluye un nuevo esquema muy relacionado con la transformación digital que están acometiendo miles de organizaciones. Para llevar a cabo esta tarea, las empresas dependen de sus datos. Sólo si éstos son de calidad podrán ser la base para tomar las decisiones acertadas. Un nuevo certificado de AENOR reconoce la calidad de los datos en cuestiones como exactitud, completitud, consistencia, credibilidad o actualidad.
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