Más orientados al cliente

Amediados del mes de junio, el Consejo de Administración de AENOR nombró a Rafael García Meiro como Director General de la empresa. Desde entonces, está inmerso en un ambicioso proyecto de transformación de la organización que persigue situar al cliente en el centro y que presenta en una extensa entrevista. En ella desvela, entre otras cuestiones, hacia dónde se dirige el futuro de la organización y del mercado de la certificación.

Hasta su incorporación a AENOR, Rafael García Meiro había desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la consultoría estratégica y las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. Ha conocido realidades de negocio diversas y ha liderado procesos de gestión del cambio y su posterior desarrollo en entornos de negocio B2B; una serie de activos que suponen un gran valor para la transformación de AENOR.

Como explica García Meiro, AENOR orientará su desarrollo hacia los cuatro sectores económicos que aglutinan la mayor parte del PIB español, al tiempo que seguirá avanzando en la oferta de valor premium de soluciones horizontales que generan confianza entre los directivos. Y si hay una solución que actualmente está acaparando la atención de la dirección de muchas organizaciones ésta es la certificación de compliance.

En el mes de mayo se publicó la Norma UNE 19601 que orienta a las organizaciones a establecer sistemas de gestión que les ayuden a prevenir la comisión de delitos y desplegar una cultura corporativa de cumplimiento. AENOR está desarrollando una intensa actividad de certificación conforme a ella, porque además de su indudable valor preventivo y reductor de riesgos, la certificación puede ayudar no solo atenuar, sino a eximir la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Además de presentar el trabajo realizado por AENOR, aquí se incluyen los testimonios de dos de las empresas certificadas, Telefónica de España y Deutz Spain.

Otro de los campos que más interés están despertando porque afecta de forma transversal a cualquier sector es la llamada Industria 4.0. La estandarización es clave, porque de ella dependerá la interoperabilidad y conectividad de los sistemas. Por ello, el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad ha creado el Grupo de Trabajo de Estandarización, que está coordinado por la Asociación Española de Normalización, UNE, y  la Corporación Mondragón. Según afirma en estas páginas la Secretaria General de Industria y de la Pyme del MINECO, Begoña Cristeto, gracias a esta colaboración público-privada “lograremos que España participe de la fijación de las normas y estándares que marcan esta cuarta revolución industrial”.