AENOR 25 un comportamiento comprometido con la preservación del medio ambiente. Igual-mente, ayuda a evaluar el potencial para establecer actuaciones de mitigación y/o compensación de emisiones de GEI ha-cia otros agentes implicados en los proce-sos, como proveedores y clientes, así como complementar la política de información con los mismos. Al mismo tiempo, detalla información para dar cobertura a las ne-cesidades de reporte de datos relaciona-dos con el cambio climático, y nos ayuda a posicionarnos como líderes en índices de referencia como el CDP. ¿Cómo estructura Endesa su trabajo en el campo de los GEI?, ¿estructura centraliza-da o descentralizada? Definir la gestión de los GEI en una em-presa eléctrica sería más o menos equiva-lente a explicar su estrategia ante el cam-bio climático, que afecta a un amplio aba-nico de sus líneas de negocio y áreas de apoyo; esto es, seguimiento y posiciona-miento regulatorio, gestión del cumpli-miento (cálculo y verificación de emisio-nes), participación en el mercado de de-rechos de emisión, gestión de créditos internacionales, participación en proyec-tos de investigación (captura, transporte y almacenamiento de CO2), inversión en mejoras de rendimiento y reducción de pérdidas, visión de las oportunidades aso-ciadas (eficiencia energética, vehículo eléc-trico, energías renovables), o la atención a las tendencias emergentes en la mate-ria (índices voluntarios, huella de carbo-no, adaptación al cambio climático, etc.). Por lo tanto la gestión de los GEI afec-ta, de manera más o menos directa e indi-recta, según los casos, a numerosas áreas de la compañía. La lucha contra el cambio climático, en definitiva, se considera trans-versal a todas las áreas de la organización; y si bien cada una de ella es plenamente responsable y autónoma en el desarrollo de sus funciones, la labor de coordinación que permite una visión global de la actua-ción de la empresa en materia de GEI co-rresponde a la Dirección de Medio Am-biente y Cambio Climático. ¿Cómo cree que será el post-Kioto? Aunque no es tarea fácil y quedan aún muchas dificultades por superar, sería de-seable que el tan esperado acuerdo inter-nacional vinculante para lograr un com-promiso firme de reducción de emisiones por parte de todos los países, en el marco de Naciones Unidas, fuera una realidad tras la COP 21 que tendrá lugar en París a finales de 2015. La Unión Europea, cuyo papel impulsor en la lucha contra el cambio climático ha sido y sigue siendo muy importante, se-guirá siendo uno de los principales acto-res internacionales para la consecución de compromisos ambiciosos de reducción de emisiones de GEI y podrá desempeñar un importante papel mediador entre EE.UU y China (principales países emisores) para la consecución de acuerdos. Si se involu-cran y comprometen estos dos países, así como otros con un importante nivel de emisiones, en un acuerdo global con ob-jetivos claros y obligatorios de reducción de emisiones a medio y largo plazo, hay motivos para ser relativamente optimistas. La economía del carbono, ¿ha potenciado el papel del profesional ambiental en las organizaciones? Indudablemente; aunque me gustaría re-saltar que en el sector energético la cues-tión medioambiental ya había alcanzado un valor estratégico en la gestión empre-sarial de forma previa a la aparición de las obligaciones relativas a los gases de efecto invernadero. Tan sólo teniendo en cuenta una de las herramientas fundamentales en la gestión del carbono, como es el régimen de comercio de derecho de emisiones, se podrían enumerar nuevas necesidades y funciones que han tenido que desarrollar los profesionales ambientales de la empre-sa (y también de los pertenecientes a sus colaboradores como ingenierías, verifica-dores, laboratorios, etc.). Se trata de ges-tión internacional de proyectos del Me-canismo de Desarrollo Limpio, obtención de Autorizaciones de Emisión de Gases de Efecto Invernadero ante las Comunidades Autónomas, o cálculo y seguimiento de las emisiones de CO2 en las instalaciones, entre otros. Todo ello ha elevado, si cabe, la relevancia de la función ambiental en la empresa y por lo tanto, la valoración de sus profesionales en ese campo. ◗◗ Las empresas pueden encontrar posibles oportunidades en materia de adaptación al cambio climático “ “
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