El modelo i3e es un programa para la implantación del desarrollo de la Inteligencia Emocional orien-tado a los alumnos en edad escolar. Está diseñado para todos los centros educativos que deseen pro-mover el desarrollo emocional de sus alumnos a través de competencias que no son técnico-profe-sionales y que no están explícitamente incluidas en los modelos curriculares. El Certificado i3e de AENOR contribuye a que estos centros alcancen y mantengan una auténtica calidad pedagógica. Inteligencia Emocional en centros escolares AENOR 32 EDUCACIÓN Ramón Palacios Gerente de Calidad Avanzada AENOR Conscientes de esta realidad, AENOR apuesta por integrar la Inteli-gencia Emocional en el entorno escolar, de forma explícita y formal, como par-te fundamental del desarrollo integral del individuo. El modelo i3e es un pro-grama educativo diseñado para cual-quier tipo de centro escolar que desee promover el desarrollo emocional en-tre sus alumnos, a través de competen-cias que no son técnico profesionales, sino genéricas y transversarles, y que no están hoy en día explicitadas en los modelos curriculares. Es especialmente importante y destacable que englobe todo el entorno del alumno; de ahí su nombre i3e: inteligencia y las tres “e” que le siguen, emocional-entorno-esco-lar. Por todo ello, este modelo pretende ser una herramienta que permita a los entornos escolares, identificar, planifi-car y medir objetivos relacionados con la Inteligencia Emocional. Abarca todas las etapas educativas, pues se puede aplicar a alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Y la implan-tación se puede llevar a cabo evoluti-vamente a través de las diferentes eta-pas. El reto de este modelo es medir las emociones de una manera sistemá-tica, basándose en un modelo educa-tivo que tiene en cuenta la opinión de expertos en esta materia. Basándose en la definición de Inteli-gencia Emocional de Salovey y Mayer, el modelo i3e agrupa los objetivos ge-nerales y específicos de la siguiente ma-nera: percepción, evaluación y expre-sión de las emociones; habilidad para acceder y/o generar sentimientos que El término Inteligencia Emocio-nal fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey, de la Universidad de Harvard, y John Ma-yer, de la Universidad de New Hamp-shire. Ambos definieron este concepto como “la habilidad para percibir, asi-milar, comprender y regular las pro-pias emociones y la de los demás pro-moviendo un crecimiento emocional e intelectual”. Esta capacidad permite guiar la forma de pensar y el compor-tamiento, generando resultados posi-tivos. Por todo ello, hay gran interés en los centros educativos en trabajar la competencia emocional, pero real-mente son muy pocos los que tienen implantado un modelo que les permi-ta medir los resultados del trabajo que se realiza en este campo.
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