AENOR 33 facilitaría la coexistencia de abuelos, hi-jos, yernos, nueras, nietos, adolescentes y bebés, cada uno con sus necesidades, costumbres e intereses. Se trata de vi-viendas que están preparadas para divi-dirse; o más sencillamente, viviendas en las que una o dos habitaciones pueden utilizarse de una manera con mayor o menor autonomía. Si una zona de la ca-sa puede en un momento dado utilizar-se con un cierto grado de autonomía con respecto al resto, las familias pue-den fácilmente arrendarla o subalqui-larla, sin que los nuevos inquilinos dis-turben la vida de la familia. La facilidad para alquilar una parte de la vivienda puede suponer una gran ventaja para personas mayores que, una vez los hi-jos han dejado el hogar, necesitan por un lado menos espacio y, por otro, una fuente de dinero extra para completar sus pensiones. Además, una vivienda de este ti-po también puede albergar algunas actividades profesionales -un taller, una peluquería, un aula de forma-ción, etc.-, sin que la afluencia de clientes o visitantes entorpezca el día a día en el hogar. Y, por supuesto, en una vivienda de estas características, las fricciones derivadas de la convi-vencia entre dos núcleos familiares o gen eraciones diferentes, como se es-pecificaba anteriormente, se minimi-zan. El abuelo puede continuar utili-zando el transistor bajo la almohada, mientras un bebé concilia el sueño. O una pareja puede mantener su in-timidad y cierta libertad sin la sensa-ción continua de vivir en casa ajena. Existen numerosos ejemplos de es-ta idea, bastante extendida en Europa entre finales entre los siglos XIX y XX. En la imagen 3 se muestra la planta de un bloque francés de viviendas de 1903. La habitación marcada con la letra A podría pertenecer a la vivienda de la izquierda o a la de la derecha o, como tiene una puerta independien-te, podría ser alquilada por separa-do( 6). En 2009 se propuso a la Empre-sa Municipal de Vivienda de Madrid un tipo doméstico(7) en el que una de las habitaciones, separada del res-to por una terraza transversal de ac-ceso, podía utilizarse como pequeña vivienda para un anciano que viene a vivir con sus hijos o un hijo que vuelve a vivir con sus padres (imagen 4). Finalmente, el conjunto de vivien-das sociales La Sécherie(8), en Nantes (Francia), combina la polivalencia de las viviendas de la Casa de las Flores -pues todas ellas son iguales en forma y tamaño- con el hecho de que una habitación puede disfrutar de un uso autónomo con respecto al resto de la casa (imágenes 5 y 6). ◗ NOTAS (1) “Hipótesis de Baltes”, por Linda Fried en C-LAB (2011), “Resilience and Stewardship”, Volume nº29, The Urban Conspiracy, pp.117-121. ISSN 1574-9401 (2) Croucher, Karen (2006), Housing with care for later life: A literature review. (3) PAULSSON, Jan (2002), Det nya äldreboendet. Idéer och begrepp, byggna-der och rum. Stockholm: AB Svensk Byggtjänst. ISBN 91-7332-002-7 (4) GARCÍA, Heitor. (2013), Nuevos modelos de alojamiento para un Envejeci-miento Activo, News 3ª Edad nº 22, pp. 24-27 (5) SOLER MONTELLANO, Agatángelo, Housing flexibility by spatial indeter-minacy: study of a Spanish case, Environment and Design International Con-gress, Estambul, 2014 (en preparación). (6) Moley, Christian, Regard sur l’immeuble privé. Architecture d’un habitat (1880- 1970). Paris : Le Moniteur, 1999, p. 147. (7) Proyecto de 105 viviendas sociales (Arquitectos: Luz Sempere y Agatángelo Soler). 2º premio en el concurso Nuestra Señora de los Ángeles 6 promovido por la EMVS en Madrid, 2009. (8) 55 viviendas sociales en Nantes, Francia, 2003-2008. (Arquitectos: François Delhay, Sophie Delhay, Laurent Zimny, FranckGhesquière, David Lecomte). 3: padre (2ª generación), madre, abuelo (1ª generación), 3 hijos (3ª generación). 4: padre, madre (2ª generación) se quedan solos. Ampliación cocina y aseo. Salón/cuarto de estar Dormitorio Cocina/baños Entrada Boskop / Laurent Zimny IMAGEN 5 y 6. Viviendas sociales La Sécherie. Boskop / Simon Debussche
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