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AENOR 37 Es relevante en el producto final tanto la concentración del filtro como la identificación, ya que cada filtro puede tener una función de absorción de radiación UV, A o B, en diferentes proporciones productos para evitar daños en la piel a corto, medio y largo plazo. Es por ello que el fabricante debe ser muy cuidadoso a la hora de controlar el fil-tro que va a utilizar. Normas consensuadas La mejor forma controlar los filtros so-lares, al igual que cualquier otra mate-ria prima que se utilice en un producto cosmético terminado, es la aplicación de normas elaboradas por consenso en diferentes comités de normaliza-ción de AENOR. Y es que, una nor-ma, según la define AENOR en su web, es un documento de aplicación voluntaria que contiene especificacio-nes técnicas basadas en los resultados de la experiencia y del desarrollo tec-nológico. Aun siendo de aplicación vo-luntaria, las normas son el mejor modo de demostrar cumplimiento. En el ca-so que nos ocupa, son la mejor forma de controlar y demostrar ante terce-ros (autoridades competentes, clientes, etc.) la fiabilidad de los ensayos lleva-dos a cabo. Más aún, cuando los filtros solares, como ya se ha comentado, es-tán regulados en el Anexo VI del Re-glamento 1223/2009, proporcionan beneficios incuestionables al consumi-dor y, por tanto, hay que ser muy cui-dadoso para no cometer errores. El desarrollo de las normas UNE im-plica un trabajo complejo y preciso de un grupo de expertos que consensuan los métodos de control de los filtros so-lares. En algunos casos específicos, co-mo pueden ser los métodos analíticos, se llevan a cabo ensayos interlabora-torio para confirmar la viabilidad y re-producibilidad de la norma en estudio. En el filtro como materia prima se aplican estas normas, que son relevantes tanto para los fabricantes del mismo, que deben garantizar que EXPERIENCIAS Productos responsables Mayra Camarasa Técnica I+D Laboratorios Genesse Grupo AC MARCA (España) Como fabricante de protectores solares tenemos la responsabilidad de lanzar al mercado productos lo más seguros posibles para el consumidor. Esto es, deben cumplir con las recomendaciones propues-tas por la UE respecto a la formulación, realización de ensayos, controles de calidad o reivindicacio-nes en la etiqueta. Para ello, Genesse utiliza una serie de normas UNE que ayudan alcanzar estos aspectos. La Norma UNE-EN ISO 11930 evalúa la capa-cidad antimicrobiana de un producto cosmético. Así, Genesse la utiliza en todos los desarrollos, tanto en productos solares como en otras catego-rías, para garantizar una eficacia contra posibles contaminaciones microbianas durante el uso de los productos. La Norma UNE-EN ISO 24443 sobre la determinación de la protección UVA in vitro la aplicamos durante el desarrollo de nuevos produc-tos solares para validar la capacidad de protección UVA, que garantiza el tercio de la protección total que recomienda la UE. Asimismo, nuestras instalaciones cumplen con la Norma UNE-EN ISO 22716 sobre buenas prác-ticas de fabricación de productos cosméticos. Por último, la UNE-EN ISO 29621 nos orienta para la evaluación del riesgo microbiológico de productos de bajo riesgo. En cuanto a las normas utilizadas para evaluar la calidad de los productos fabricados, Genesse aplica las que conciernen al control de calidad mi-crobiológico de un producto terminado (UNE-EN ISO 16212, UNE-EN ISO 18415, UNE-EN ISO 18416, UNE-EN ISO 21148, UNE-EN ISO 21149, UNE-EN ISO 21150, UNE-EN ISO 22717 y UNE-EN ISO 22718), así como la norma europea EN 16344, a punto de publicarse como norma UNE, que eva-lúa la cantidad de filtros que contienen los produc-tos solares recién fabricados para garantizar la protección que se reivindica en la etiqueta.


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