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AENOR 43 Para muchas personas, la contratación externa no es una buena opción. Sin embargo, este nuevo modelo de negocio, que ha sido adoptado en todo el mundo, tanto en el sector público como en el privado, ofrece múltiples beneficios. Permite a una orga-nización lograr sus objetivos de negocio, proporcionar valor añadido, disponer de determinados recursos adicionales y minimizar riesgos. Así, la opción de utilizar proveedores externos, tanto para temas pun-tuales como para la gestión de sistemas permite a las organizaciones la contratación de un trabajo (el cliente) para poder centrarse en lo que mejor sabe hacer. Mientras que el estereotipo más común sobre la contratación ex-terna radica en el ahorro financiero debido al uso de mano de obra más barata en otros países -lo que se conoce como deslocaliza-ción-, la realidad es que la contratación externa puede ser nacional o extranjera. Además, con ella se puede dar acceso a los clientes a experiencias y niveles de productividad diferentes a los de la orga-nización. La contratación externa puede satisfacer las necesidades de ambas partes cuando existen carencias relativas a habilidades o producción (esto ocurre con frecuencia en los aspectos relaciona-dos con las Tecnologías de la Información (TI)) y es el proveedor de servicios el que puede facilitar las soluciones. Las estadísticas sobre este asunto son reveladoras. La firma Deloitte publicó recientemente su Encuesta de Contratación exter-na e Internalización Globales, realizada en 2014, que cubre impli-caciones políticas, regulación, destinos de de la contratación exter-na, tecnología y gestión de proveedores. Por ejemplo, la plataforma udemy.com, dedicada a impartir cursos en línea, publicó algunas estadísticas reveladoras: en 2013 se produjo una contratación exter-na del 43% de los servicios en el sector de las TI. Ésta se incrementó hasta el 60% en 2014. Deloitte también predice que la contratación externa continuará creciendo a una tasas de entre el 12% al 26% en las funciones analizadas. Economías de escala Aunque el economista británico del siglo XIX David Ricardo con su principio económico de la “ventaja comparativa” podría ser conside-rado como “el padre” de la contratación externa fue en 1989 cuan-do la empresa de soluciones de imagen Eastman Kodak optó por la entonces revolucionaria medida de contratar externamente sus sistemas de Tecnología de la Información. Hasta ese momento, el modelo ideal de negocio consistía en una empresa grande y bien integrada que poseía, gestionaba y controlaba directamente sus activos. Pero las grandes corpora-ciones fueron encontrándose incapaces de competir en el ámbito mundial a medida que las estructuras de gestión obstaculizaban la flexibilidad. La diversificación se convirtió en el estandarte para ampliar las bases empresariales y aprovechar las economías de escala. Para muchas de las grandes empresas, esto dio lugar a una estrategia de concentrarse en el negocio y las competencias principales básicas, identificando lo que era fundamental para el futuro crecimiento de la compañía y lo que no lo era. En la elaboración de la Norma ISO 37500 han participado profesionales internacionales del sector. Su objetivo es proporcionar una base genérica independiente de una industria concreta con el objetivo de que en el futuro se pueda complementar y adaptar para cubrir necesidades de industrias específicas Evaluación del riesgo y las ventajas Si bien la contratación externa podría parecer una solución ideal para las organizaciones que quieren mantener los gastos genera-les lo más bajos posible y reducir el coste destinado a las nóminas, también existen riesgos que hay que evitar. Se han llevado a cabo muchos estudios para examinar los pros y los contras de la contratación externa. Booz Allen Hamilton, consul-tora líder en gestión y tecnología, emitió un informe en 2014 donde presenta un informe mixto sobre la contratación externa tradicional. Así, señaló que “el ahorro de costes suele producirse debido a que el proveedor de la contratación externa puede acceder a una mano de obra más flexible y barata, a la última y con más eficiente tecno-logía. Las organizaciones afirman que alcanzan, de promedio, una reducción de costes del 15% a través de la contratación externa.” Datamark Incorporated, que ofrece servicios de gestión de conte-nidos empresariales para compañías de la lista Fortune 500 respalda estas afirmaciones. En su Libro Blanco de 2014 realiza el análisis de costes de uno y varios años para “productos individuales” en los que se decidió contratar externamente procesos de negocio. Tomando una muestra representativa de las empresas objeto del estudio, Datamark encontró un ahorro de costes de un 31% en el análisis de un solo año y un ahorro del 33% en el análisis de un periodo de tres años. Obviamente, representa una disminución significativa del gasto en algunos negocios y da impulso a otros para seguir con este modelo. Cómo pueden ayudar las normas ISO Adrian Quayle, Presidente saliente del comité ISO/PC 259 Contratación externa, y Gargi Keeni, de Tata Consultancy Services, explican cómo pueden ayudar las normas internacionales a la gestión de la contra-tación externa. Para Quayle, los normalizadores deben contemplar


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