Beneficios de la utilización de las normas Para comprender la relación entre nor-malización y legislación en el entorno actual es necesario hacer referencia al principio europeo de Better Regula-tion. La Comunicación de la Comisión Europea “Legislar mejor para poten-ciar el crecimiento y el empleo en la Unión Europea”(1) incide en la impor-tancia de una legislación de calidad pa-ra promover el crecimiento económi-co, el empleo y la productividad. Por otra parte, la reciente Ley de Garantía de la Unidad de Mercado(2) pretende contribuir a mejorar los niveles de ca-lidad y seguridad de los productos y servicios por encima de las exigencias reglamentarias, mediante el impulso del uso voluntario de normas de ca-lidad en beneficio último de los con-sumidores y usuarios. Asimismo, de igual modo que la normalización eu-ropea, mediante la política normativa denominada de Nuevo Enfoque(3) ha sido un elemento clave en el proceso de creación del mercado interior, en el ámbito nacional las normas UNE con-tribuyen igualmente, en línea con los objetivos de esta Ley, a la unidad de mercado en el territorio nacional, fun-damentada en la libre circulación de bienes y servicios. En este contexto, la utilización de normas en apoyo a la reglamentación o al despliegue de las políticas públi-cas aporta una serie de beneficios pa-ra las Administraciones Públicas y pa-ra los sectores. Para las Administracio-nes Públicas, la referencia a normas proporciona un mecanismo sencillo para simplificar los textos legales, fa-vorecer su capacidad de adaptarse a la evolución de la tecnología y facilitar su cumplimiento. De igual manera, el desarrollo de normas UNE, europeas o internacionales por encargo de las Administraciones Públicas y que contri-buyan a potenciar el despliegue de los objetivos de las políticas públicas, así como a contribuir a su aceptación por los sectores y operadores del merca-do en general, representa una podero-sa herramienta de desregulación, am-pliamente utilizada en el ámbito euro-peo. De hecho, en el ámbito europeo son cada vez más las Direcciones de la Comisión Europea que descubren en la normalización una herramienta estratégica para acelerar la difusión e implantación de sus políticas, hacien-do partícipes a los sectores afectados por las mismas en el desarrollo de las normas correspondientes a través de mandatos de normalización a CEN, CENELEC o ETSI. Este mecanismo por el que el legislador europeo con-trata los servicios de los organismos eu-ropeos de normalización para el desa-rrollo de las normas necesarias para dar respuesta a sus objetivos políticos, representa una gran oportunidad para los sectores de poder influir en el con-tenido de las futuras normas. Y, a su vez, supone un ahorro de costes im-portante para las Administraciones Pú-blicas, es decir de nuestros impuestos, al trasladar gran parte de dicho coste al sistema de normalización. La participación de las entidades españolas en los comités de normalización de AENOR, como canal activo en el desarrollo de las normas europeas, se convierte en una oportunidad única de liderar e influir en sus contenidos AENOR 18 NORMAS, LEGISLACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS
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