50 focus AENOR Una vida con normas Criado en una explotación ganadera en el sur de Ontario, Canadá, John Walter, actual Director General del Consejo de Normas de Canadá, nunca pensó que una infancia dedicada a la cría de ganado vacuno le llevaría al mundo de la normalización. Así, nos cuenta cómo la vida en una fábrica de productos lácteos puede tener recompensas inesperadas. Sus inicios en el mundo de la normalización se remontan casi a su nacimiento, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Con países divididos por conflictos, el mundo recogía los pedazos del de-sastre mundial y la creación de ISO en 1947 fue una de las formas a través de la que la comunidad internacional trató de devolver la paz, estabilidad y confianza. John Walter tuvo la suerte de nacer en una fami-lia propietaria de una explotación ganadera en las afueras de Goderich, Ontario. La leche recolectada provenía de vacas Holstein criadas bajo normas internacionales de razas. Su bisabuelo fue pionero en Canadá en el uso de botellas de vidrio para almacenar la leche. A través de su ingenio, ayudó a desarrollar las normas para mantener la limpieza de estas botellas. Más tarde, en el inicio de la década de 1900, los padres de John Walter dejaron de producir leche embotellada y en su lugar comenzaron a fabricar helados y mantequilla. Esto, por supuesto, im-plicaba el uso de normas que abarcan muchas áreas de la granja y del negocio de los productos lácteos, como la pasteurización, homogenei-zación, saneamiento, almacenamiento, refrigeración o vertido de aguas residuales. Hoy, la Norma ISO 8086 es una de las muchas que resultan imprescindibles para el establecimiento de las condiciones de higiene en plantas lácteas. Formación temprana En este entorno creció John Walter, que con 12 años trabajaba en este negocio y conocía los beneficios tangibles que aportan las normas in-ternacionales a las explotaciones lecheras. Años más tarde, descubriría que las normas se puden aplicar y ayudan a prácticamente la totalidad de productos, servicios y sistemas de cualquier industria. En la granja, Foto : David Folkerson (SCC)
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